miércoles, 22 de agosto de 2007

Ayuda a ayudar

Hace unos días estuve en Chincha, llevando ayuda a algunos damnificados (no digo a LOS damnificados porque son un culo y no me alcanzaba víveres ni tiempo para ayudarlos) y en verdad me deprimí horrible. La ciudad está casi destruida. Parece como si un muñeco gigante hubiera bailado el jarabe tapatio y luego se hubiera metido una zambullida al mar, salpicando a lo que quedaba con las olas de agua sucia que su clavado generó.

Al llegar allá, pude comprobar que el remezón emocional que sentí el día que me enteré de lo sucedido fue un chancay de a veinte comparado con el terremoto emocional que viví apenas cruzaba Cañete y llegaba a Chincha. Carreteras hundidas, sino partidas por la mitad, casas e iglesias destruidas y lo que es peor, familias al borde de la carretera o de lo que quedaba de ella, pidiéndote, no, suplicándote por un poco de comida y abrigo, con frases mal escritas en carteles improvisados en restos de cartón, o golpes en la ventana que te llegaban al corazón.

El tema del sismo de Ica ha sido tocado y trastocado en cuanto medio he tenido al alcance, pero ir alla y poder comprobar la situación de gente que no tienen a donde ir (porque perdió su casa) ni con qué ir (porque perdió sus pertenencias) es realmente frustrante.

Hoy, aun conservo la imagen de un niño de unos 6 años, clavando en un arenal lo que sería la columna de un provisional o quizá nuevo hogar: una caña gruesa de dos o tres veces su tamaño, que se balancea apenas el niño deja de incrustarla temerariamente en ese suelo resentido y borracho. “Papá, ya terminé”, gritó apenas soltó la pala con la que enterraba un extremo, con la que enterraba el recuerdo de lo terrible.

8 comentarios:

Jen dijo...

q triste T-T
pobre gente, caray y has gente mala que se queda con los donativos...
un beso, espero tes bien

Angélica Camacho dijo...

Para mi ha sido particularmente doloroso ver las consecuencias en Pisco. Sé que no solo ese pueblo ha sido afectado pero me desarmó más porque allí nací y crecí. Queda en todos reconstruir esas zonas.

Un abrazo

Dragón del 96 dijo...

Que fuerte, tío!

Buena voz en ir hasta allá, supongo la impotencia por no estar en todos lados debe ser devastador. Es bueno saberte en actividades.

Slaudos.

monich dijo...

Felicitaciones Azulado!!.. Pudiste ir al lugar de la tragedia y colaboraste. Un besote para ti.

Vero dijo...

No es lo mismo ver algo por televisión que en vivo y en directo, no es lo mismo ver a través de una pantalla a gente llorando, que sentir su llanto y desesperacion ahi, al lado de uno.
Es muy fuerte lo que ha pasado en esa zona del país y espero que la ayuda siga llegando, que con el pasar de los dias la gente se vaya olvidando de lo que sucedió como ha sucedido en ocasiones anteriores.
Felicito tu entusiasmo de ir hasta allá, realmente admirable, no sólo por el hecho de ayudar llevando algo, sino por el valor de caminar al lado de tanto dolor.
Te aseguro que si tuviera los medios no estaría escribiendo esto sino allá ayudando en lo que pudiera.

Saluditos :)

Jen dijo...

¡Invitación!
un besito!

Imberbe_Muchacho dijo...

tio azulado, queria darte las gracias por eso, yo solo he podido ayhudar con mis donaciones y viveres, pero la gente que va hasta alla a colaborar y vivir en carfne propia lo que es el dolo del pueblo de Ica, se merece un supoer reconocimiento especial

Saludos

Serendipity dijo...

Que fuerte azulado, que valor el tuyo y ganas de ayudar. Realmente admirable.

Un beso grande.